Concédase un día para conocer con calma y tranquilidad la Venecia más auténtica, lejos del ruido y de la multitud, recorriendo calles, bacari y plazuelas que conservan intacto el aroma y el espíritu de otras épocas. Para ello, está en el lugar adecuado, el barrio de Cannaregio, donde puede realizar un itinerario a pie que seguro que le gustará.
Le aconsejamos que empiece la ruta por el gueto judío, el primer gueto de Europa, a menos de 10 minutos a pie de nuestro hotel: aquí todavía hay varias sinagogas (dos que se pueden visitar), un interesante Museo Judío, el antiguo squèro Casal dei Servi, astillero donde se construyen y reparan góndolas con una colección única de embarcaciones antiguas, y la Fornace Orsoni, el único horno que produce mosaicos de pan de oro siguiendo los mismos métodos artesanales desde 1888.
Después de las sinagogas, es el turno de las iglesias, como la iglesia de los Descalzos, que alberga unos frescos de Tiepolo, la iglesia de la Madonna dell’Orto (a pocos pasos de la casa natal de Tintoretto) y, más allá del característico puente de las Agujas, la iglesia de los Santos Jeremías y Lucía, que conserva reliquias de la santa, justo enfrente del Palacio Labia, cuyo salón de baile está decorado con un fascinante ciclo de frescos de Tiepolo.
Si le gusta ir de compras, le aconsejamos que se llegue a la Lista di Spagna y a la zona de las Mercerie, donde hay un sinfín de negocios, tiendas y talleres. Si desea vivir una experiencia veneciana completa, no puede perderse los bacari, las tabernas tradicionales venecianas, donde puede tomarse una pausa para almorzar o para el aperitivo probando algunos cicchetti, las típicas tapas locales, regados por un buen vino o un spritz, al lado de venecianos auténticos. Para el aperitivo, nada mejor que la Fondamenta della Misericordia, que, con su ambiente festivo repleto de tabernas, restaurantes y bares frente al canal, es uno de los lugares más queridos de la movida veneciana, al igual que los locales del canal de la Fondamenta Cannaregio, donde se encuentra el hotel.
Por último, le aconsejamos que deje la ciudad durante unas horas para emprender un interesante recorrido por visitar las islas de la laguna: Murano, donde podrá descubrirlo todo sobre la producción del vidrio en uno de sus talleres, o bien Burano, famosa por sus casas coloridas y por sus encajes de aguja.